No veas la vida lo difícil que se ha puesto, y no solo hablo de la economía, sino también del amor, sí, hablo del "Amor", esa cosa que a mí me ha jodido la vida, porque alegrías lo que se dice alegrías no he tenido ninguna, todo han sido desgracias, porque siempre he amado a mujeres que no me han querido, aunque claro, el hecho de que estuvieran casadas también tiene mucho que ver... ☹️
Pero aparte de mi fracaso en mi vida amorosa, también hablo lo que ha influido la política en esto, ya que con la "maravillosa" ley del "sí es sí" la cosa se ha complicado mucho más. Los hombres hace muchos años que hemos perdido la presunción de inocencia y ahora, si una mujer te quiere joder la vida lo tiene mucho más fácil hoy en día, pues si quiere vengarse de un hombre, solo tiene que golpearse ella misma y denunciarlo y le arruina toda la vida.
Y la verdad, si ya lo tenía difícil yo para buscar una amante, con esta maldita ley me lo pone mucho más complicado.
Además de que las mujeres son muy complicadas, no hay Dios que las entienda, yo mismo puedo decir un par de casos que tuve:
Una fue con una novia con la que compartí piso, aunque me duró menos que un pastel a la puerta de un colegio, ya que ésta me dejó por la nevera. Me explico:
Una mañana me desperté y ella había cogido sus cosas y se había ido, me había abandonado, vamos. Y me dejó una nota en la nevera que decía: "Lo siento, te dejo, no me llenas." y yo inmediatamente abrí la nevera y bueno, no es que fuera el Carrefour precisamente, pero coño, tampoco es que estuviera casi vacía... Y así me dejó con la nevera "vacía" y el corazón destrozado. 💔💔💔
Otra fue porque decía que me expresaba mal, decía que no sabía hablar, tócate los huevos... Y concretamente me decía que no sabía pronunciar la palabra "Federico", y me lo decía continuamente, y me tocó tanto las narices que al final tuve que ir a un especialista de la lengua (o como quiera que se llame) para que me mirase mi problema.
Tuve que ir a su consulta y exponerle mi problema:
- Mire usted doctor, que mi churri dice que no sé pronunciar la palabra "Federico".
El doctor me miró como si estuviera loco y me pidió que se lo repitiera y así lo hice, y me dijo:
- Diga la palabra.
- Federico. - le dije yo, haciéndome sentir como un gilipollas.
- Más despacio, por favor.
- Fe-de-ri-co. - le volví a repetir.
- Usted lo dice perfectamente, oiga.
Así que me dio el papel correspondiente para enseñárselo a ella y que me dejara de una vez en paz con la manía que tenía conmigo por mi manera de hablar y expresarme.
En cuanto llegué a casa le enseñé el papel, pero ella me miró como si nada, como si yo lo hubiese enseñado mi ciruelo y se quedara como lo que se siente al ver un furullo en la calle, es decir, con cara de asco.
Yo le dije ya súper cabreado:
- Venga, déjate de tonterías ya y tráeme una cerveza del Federico.
Mujeres, mujeres... 😒