Recuerdo cuando era niño e iba al colegio y tenía que estudiar mucho pero en realidad no estudiaba un carajo.
Recuerdo también los deberes que me ponían para hacer en casa y era un auténtico coñazo; recuerdo bien como me agobiaba, casi quería morirme, y mis padres me decían: "estudia, estudia. que sino no serás nadie en la vida."
Al final, aunque os parezca poco, conseguí el puto graduado escolar, luego se me ocurrió la brillante idea de hacer FP de electrónica que, por cierto, me fue como el culo.
Desde entonces no he vuelto a estudiar en ningún sitio aunque (mira qué es irónica es la vida), sí he tenido libros que he leído muchísimo, más que cuando iba al colegio.
De hecho, ahora escribo y todo pero no escribo cualquier cosa, escribo poesías, soy POETA, ¡ay si mis profesores me vieran!
(Ved mi otro blog: josemariarey.blogspot.com)
Todo esto lo digo porque ahora ha salido un brillante estudio que dice que los niños de ahora tienen demasiados deberes fuera del colegio y que eso les prohíbe hacer una infancia normal, incluso he leído en El Periódico cartas de madres que se quejan de ello.
Vamos que es para cagarse, tócate las narices, a mí me han robado mi infancia y no hubo ningún genio que antes lo dijera.
Menuda cara de gilipollas que se me ha quedao, nen.
En fin, como suele decirse, "nunca te irás a la cama sin saber algo nuevo", pero ¡lo que me ha jodido saber esto no lo sabe nadie!